Desde hace más de una década la industria tecnológica ha estado experimentado una evolución constante hacia la computación en la nube, impulsada por las promesas de escalabilidad, flexibilidad y eficiencia en costes. Evolución que ha ido acompañada por el surgimiento de una plétora de herramientas y plataformas, intencionalmente diseñadas para simplificar el desarrollo y la gestión de recursos en la nube. Pero… ¿hemos avanzado lo suficiente en la última década?.